Tu olor bendito
por mi boca
tras tus pasos
lo siento.
Entre mis besos seguidos
cada aroma
rompiendo mis sentidos
dejándome idiota
sin control
llevado por el instinto
a las mismas trampas del placer.
Bendita
Publicado por
Die Alborz
on sábado, 26 de septiembre de 2009
Etiquetas:
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Literatura,
Poesía
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