Dicen que no hay grillos
sobre las esteras;
sobre las estrellas,
dicen que no viven
en su ruido infernal.
No se escuchan lamentos
en la cama,
(bajo ella);
ya no hay quejidos
sin amor,
sin dolor,
no basta,
el silencio.
La estera quedó sola,
sola la estrella,
la casa también
el sol en el cielo
como si no bastara
la soledad,
el silencio
este vacío
donde vivo.
Mi último vacío
Publicado por
Die Alborz
on sábado, 4 de julio de 2009
Etiquetas:
Die Alborz,
Literatura,
Poesía,
Simbolismo
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